martes, octubre 24, 2006

Santa Rita lo que se da no se quita... a.k.a. Una tal Felicity...

Y cambié mis tardes en los barcitos en Palermo SoHo y mi home office en el SOHO por las atestadas y tan odiadas calles del Microcentro porteño.
Y cambié la relajada vida de entrepreneur turístico, y las tardecitas soleadas primaverales caminando por el Rosedal con gente de todas partes del mundo por la vida profesional, de una profesión que alguna vez llamé gris (y que puede serlo en muchos casos).
Y cambié ser CEO de mis PYMES uni-personales por tener un jefe que me explote, que me pague poco y mal, y que me cague a gritos de tanto en tanto -aunque las más de las veces reciba palmaditas en la espalda de aprobación- y que me negree, y toda la parafernalia de la relación de dependencia...
Y cambié de manejar mis espacios y tiempos, a tener un horario de oficinista de Lunes a Viernes de 10 a 18. Y cambié -forzadamente- la independencia de mi departamentito de soltero, por una habitación de 3x3 en lo de mi vieja . ¡Y soy feliz!

Y créanlo o no todo esto -salvo lo de volver temporariamente a lo de la vieja- es lo que anhelé, deseé y soñé por muchísimo tiempo en mi vida... Y la verdad que toadas estas cosas me parecían tan lejanas, tan inalcanzables, tan inasibles, casi IMPOSIBLES....

A veces creo que la felicidad es como una puta huidiza de la que uno está perdidamente enamorado, y a la que uno persigue en tren de pueblo en pueblo, de estación en estación. Y que indefectiblemente cuando uno llega, el guarda le avisa que ella ya partió, la noche anterior y sin dejar ningun mensaje para nosotros... Y ese malicioso juego-engaño, se repite una y otra vez, pero es el que nos impulsa visitar nuevos pueblos, regresar a ciudades que uno ya conoció, e incluso volver a otras de las que huyo despavorido... en busca de la tan amada y no correspondida Felicity. Lo importante creo es que nos impulsa a seguir viajando...

Hoy la pude alcanzar por un rato, mi tren llegó más temprano y el de ella se retrasó, y pude pagar por estar todo un día con ella... Se que es una puta, nunca podré poseerla completamente, y menos gratis, pero en momentos como estos donde la alcancé y la tuve para mí por un rato, me sentí la persona más feliz del mundo...

También sé que mañana cuando me despierte, su lado de la cama estará vacío -y mi billetera también- pero será sólo cosa emprender el viaje de nuevo, volver al camino, preguntarle al guarda si tomó el tren en dirección al Pacífico o al Atlántico... y proseguir mi marcha...

Nota Supersticiosa al Margen: Hace un año tuve un episodio cuasi-paranormal (o así preferí interpretarlo) en el Subte con una estampita de Santa Rita, la Santa de lo Imposible. Y llamativamente, es la unica estampa que sobrevivió a una reestructuración de billetera de realicé hace como 10 meses... No había lugar para tantos santones (me deshice de un San Jorge, y de San Cayeta entre otros).
Dos reflexiones al pie:
  • "Se derraman más lágrimas por plegarias atendidas que por las no atendidas" Decía Maritere de Avila inspirando a Capote...
  • "Beware what you wish Dear, it may come true" - Dicho popular de autor desconocido